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Rememoramos el legado que nos dejó la británica

 

No pienso que vaya a ser famosa ni nada parecido. No podría soportarlo.” Así comienza el documental basado en la vida de Amy Winehouse y éste es el motivo por el que perdió su vida el 23 de julio de 2011, a los 27 años. La diva -blanca- del soul dejó un legado que comenzó a erigirse desde la consagración de su talento y que ahora nos acerca el documental basado en su vida, ‘Amy: la chica detrás del nombre’, dirigido por Asif Kapadia y presentado durante el festival de Cannes 2015. El film busca crear un retrato robot de la artista, para ello el director y su equipo (el mismo que produjo el documental Senna) ha conducido más de 100 entrevistas que narran cómo era realmente la cantante británica que pasó a formar parte de ese grupo de artistas que murió a los 27, entre los que se encuentran: Kurt Cobain, Jimi Hendrix y Jim Morrison.

Su música y su estilo la llevaron al estrellato; se convirtió en la musa de diseñadores como J.P. Gaultier o Karl Lagerfeld, diseñó colecciones para Fred Perry y en su querido barrio de Camden (Londres), en el cual residía, levantaron, en su memoria, una estatua suya de bronce. Nosotros hemos querido rememorar el legado que nos dejó la británica y por el cual fue conocida y es reconocida actualmente. Fue una artista que no perseguía la fama, sino hacer un sueño realidad.

Murió a los 27 años, pero ello no la privó de convertirse en una leyenda del soul y el jazz: cinco Grammys, un BRIT, un World Music y 3 premios Ivor Novello. Éstos son los objetos, hechos y hitos por los que recordaremos a Amy Winehouse, la diva -blanca- del soul.

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Una artista hecha a sí misma

Amy comenzó componiendo canciones a los 14 años, después de haber recibido su primera guitarra y gracias a la cual compuso su primer primer álbum Frank (2003). Con la ayuda de un compañero suyo de clase de la prestigiosa escuela Sylvia Young Theater School, consiguió su primer contrato con una discográfica. Éste le entregó su demo a la compañía discográfica que lo había contratado, A&R, que buscaba en ese momento a una vocalista de jazz. Esta oportunidad le abrió las puertas para conseguir un contrato con EMI, discografía con la que produjo su primer álbum y que ganó un premio Mercury.

Siguiendo con este primer álbum, que era un homenaje a Sinatra y se convirtió en platino, produjo ‘Back to Black’. En él, no solo plasmó la esencia de su estilo pero también supuso una vía de escape a su situación personal y adicciones. Tal era la necesidad que tenía de expresar lo que estaba pasando, y dejar claro su mensaje, que lo compuso en apenas seis meses. ‘Back to Black’ marcó su carrera, su fama despegó hasta lo más alto, al ritmo que lo hicieron también sus adicciones. Entró a formar parte del Libro Guiness gracias a él: se convirtió en la primera artista británica en ganar cinco Grammys en una misma noche y el álbum alcanzó los 20 millones de copias, convirtiéndose así en triple platino, a las pocas semanas de su venta. Su tema ‘Rehab’ contenía el trasfondo de su vida, y de su relación con el productor Blake Fielder-Civil, al igual que el potente -y único- registro del que fue dotada: abarcaba hasta tres octavas y un semitono.

Amy como musa

Cuando la británica se convirtió en una aclamada artista, su trabajo como la nueva promesa del jazz no solo influenció la industria musical, pero también la moda. Su peculiar estilo llegó hasta las pasarelas y fue adoptado por diseñadores como: Karl Lagerfeld, Michael Kors y J.P. Gaultier. En estas colecciones su influencia se hacía evidente a través de los cinturones de avispa, tatuajes, el peinado colmena, aros y vestidos con aires a los años 60. Ella misma se encargó de hacer accesible su estética a través de las tres colecciones que realizó para Fred Perry: cuadros vichy, escotes corazón y polos en rosa, blanco y gris componían la esencia de su última colección.

Su talento evolucionó a la par que su estilo, pero sus raíces siempre se mantuvieron intactas, de origen judío, siempre alardeaba de ello con la Estrella de David colgada del cuello. A menudo se la podía ver paseando por el barrio londinense de Camden, donde, ya comentamos, hay una escultura suya en tamaño real de bronce: “Estaba enamorada de Camden,” comentó el día que se inauguró esta memoria el padre de la artista, Mitchell Winehouse. La estatua se reveló el día que la cantante habría cumplido 31 años, en ella aparece Amy vestida con el mismo traje que llevo en el videoclip de ‘Back to Black’, sus rosas rojas en el pelo, la Estrella de David colgada y su memorable peinado colmena.